¿Qué tal os va? Os he hecho esperar un poco más de la cuenta esta vez, he estado probando a ver por qué no llegan vuestros mensajes, pero no he dado con absolutamente nada. Así pues, para todos aquellos que habéis llegado aquí a través de Facebook, sentíos libres de dejar vuestro mensaje allí si no lográis que llegue nada aquí. Y para los demás, podéis enviarme email a sheimar90@gmail.com si os cansáis de intentarlo mil veces.
Hoy os tocará opinar un
poquito: ¿qué es mejor, un libro de papel o un libro electrónico?
He crecido en una época en la que la tecnología ha ido tomando
terreno muy rápidamente. De pequeña, lo más tecnológico que tenía era un
walkman, esos aparatos gordos en los que escuchabas música de una cinta. Aún
abundaban los libros de papel en casa, ordenados en una enorme estantería en el
comedor en la que había de todo, desde mis cuentos infantiles hasta mapas de
carretera pasando por una biblia y los libros de terror de la colección de mi
madre. Unos años más tarde, otra pequeña estantería en mi habitación también
acabó llenándose de libros y comics, apelotonándose en dos e incluso tres filas
para caber todos.
Conforme han ido pasando los años, las reformas en casa han
ido haciendo que esos rincones donde antes se acumulaban libros fuesen
desapareciendo o reinventados. La estantería del comedor, por ejemplo, no
encontró hueco cuando se montó el ascensor; la mía ha acabado cortada por la
mitad. Todos esos libros que no han podido continuar en sus sitios se han visto
“obligados a emigrar” a otro rincón. Una gran parte de esos libros han acabado
en cajas, guardados lejos de la mirada de la gente. Otros han contado con la
suerte de ser “rescatados” y llevados a otra estantería que, desgraciadamente,
queda bastante lejos de mí en estos momentos como para poder ser leídos en
cualquier momento.
Con la llegada de los libros electrónicos, el papel ha ido
perdiendo poder y presencia (al menos en mi casa). No es lo mismo tener dos libros de más de 600
páginas en una estantería que tener una simple tableta de un dedo de grosor y ultra ligera con una docena de libros con las mismas
características. Ni es lo mismo cargar el peso de un libro que el de un libro
electrónico. En mi caso, eso no ha sido lo que me ha llevado a tener libros
digitales (porque he cargado con libros de más de 300 páginas al instituto para
leerlos en horas muertas… junto con el peso de los libros de texto, libretas y
todo lo que un estudiante lleva normalmente en la mochila), sino el espacio que ocupan. También influye el
tema económico: las páginas webs gratuitas en las que se cuelgan los libros en
formato epub han hecho que el gasto se haya reducido a la compra del libro
electrónico (o ninguno si tienes un programa en el ordenador que lee ese
formato o te lo puede transformar a pdf, porque todos hemos tenido ordenador
antes que libro electrónico así que ese gasto no cuenta).
Siempre me ha gustado coger un libro, abrirlo, perderme en
sus líneas, página por página, repasando con el dedo los márgenes (y haciéndome
cortes cuando más despistada iba), sentir el peso del libro y ver cómo avanza
el marcador que indica por dónde lo dejaste la última vez. Es algo que un libro
electrónico nunca logrará por completo. Sí que puedes perderte en sus líneas, pasar
páginas y sentir que cada vez avanzas más, pero jamás podrás notar su peso ni
ver el avance sin necesidad de abrirlo. Pero he de admitir que, de no ser por
el libro electrónico, muchos de los libros que tengo en él jamás los habría
descubierto. Por no mencionar esos libros escondidos en cajas u ordenados en la
estantería del pueblo, a kilómetros de distancia y a la que me acerco pocas
veces al año, cuando voy a esa casa.
No podría elegir cuál prefiero. Por sensaciones, el libro en
papel. Por comodidad, el libro electrónico. Pero al fin y al cabo, ambos llevan
a lo mismo con finales un tanto diferentes: el libro en papel, si es malo,
acabará olvidado en una estantería o colado en cualquier puesto de
venta/intercambio de libros de segunda mano o donado a una biblioteca pública; la versión
digital verá cómo el soporte en el que se encuentra será conectado a un
ordenador y eliminado de su interior. Porque un libro te puede emocionar igual en
papel que en digital.
Hasta aquí esta página. ¿Qué preferís vosotros, hacer el
movimiento con la mano para pasar la página o pulsar un botón? Tenéis una
semanita para votar vuestra preferencia en la encuesta de la izquierda, así que ya estáis tardando en darle.
Nos leemos en la próxima página, a la que sí o sí vais a
tener que acceder con un clic.
Aunque por lo visto no soy tan vieja como tu (jeje) si que es cierto que la tecnologia ha avanzado muchisimo estos años. ahora como mucho aparecen nuevas apps o nuevos cacharritos, pero el avance real se ha producido los ultimos quince o viente años
ResponderEliminarhay que admitir que el ebook es una ayuda inmensa para nosotros los devoralibros, pero si hay algo que nunca va a cambiar (al menos para mi) sera la sensacion de tener el libro en las manos, sentir su peso y el emocionarte al ver que te acercas al final (admitamoslo, no estamos ni por asomo tan pendientes del cuentapaginas del ebook). aprendi a leer sola, con miseros tres añitos, y los libros fueron la puerta a miles de mundos distintos, asi que acabe tomandoles mucho cariño. mi espalda se quejaba numerosas veces (a quien se le ocurre llevar los tres ultimos libros de harry potter apretujados en un bolso colgado al hombro? pues a mi a mis tiernos ocho) pero el dolor merecia la pena.
asi que si, veo lo util a los ebook, pero no me quiteis los libros jamas
¡Hey!
EliminarSe me ha olvidado mencionar que no es lo mismo empapar un libro de papel cuando muere un personaje que empapar el libro electrónico. En el papel queda huella, en una pantalla, mejor bórrala o no lees nada.
Me gusta el olor de un libro , quando intentas coger las paginas , pero personalmente el libro electronico es una pasada , comodo , ligero y muy util pero para gustos los colores , tan contenta estoy yo con el mio , aunque me gustaria olfatear alguna vez una pagina de vez en cuando me recuerda al bosque
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarPues créetelo, por internet he llegado a ver "ambientador con olor a libro" mientra buscaba libros por google. Que sea cierto o no, ya no lo sé...
Gracias por pasarte por aquí ;)
Tengo que decir que el tener un ebook a mi me ha hecho engancharme a la lectura con mucha más facilidad (supongo que por comodidad). Aunque leyera poco lo pedí porque veía en casa como aparecían dos (y las "envidias" de hermana pequeña y el poco que me gustaba leer ayudaron) y lo tuve. Pero la experiencia y la sensación de recordar mi primer libro tocho (en papel y antes de tener ebook) que me leí fue increíble. Se acabó convirtiendo para siempre en mi libro favorito. Encontrar los pétalos en cada página que dejé allí secando, el olor que desprende por sí mismo el libro.... y sobre todo empaparlo con la llorera que me di y empapar cada página que pasaba... supongo que fue eso lo que me animó a seguir leyendo
ResponderEliminar¡Buenas!
EliminarRealmente un libro en papel es algo difícil de sustituir. Dejar entre sus páginas los pétalos, como tú dices, o alguna foto y descubrirla tiempo después cuando llegas a la página o se cae al no apretar lo suficiente para que no se separen las hojas es otra de las sorpresas que puede darte un libro después de haber descubierto todo cuanto por sí mismo podía mostrarte.
Gracias por tu comentario y hasta la próxima ;)
Por más que me guste la tecnología, jamás cambiaría al gran Ibáñez en papel por uno electrónico. Perdería todo el encanto.
ResponderEliminar¡Saludos!
EliminarTienes razón, en el caso de libros ilustrados (a color o en blanco y negro) no hay ni punto de comparación entre el papel y el digital. Algunos de los libros que he leído tenían ilustraciones, pocas a color la verdad, y en todas, ver la imagen ha sido complicado, bien porque aparecía cortada, bien porque estaba borrosa. Por eso mi lado friki se niega a descargar los comics que quiero y espera pacientemente a cuando pueda comprarlos en papel ;).
Gracias por el comentario. Nos vemos en la próxima página.